El primer ministro Boris Johnson confirmó este lunes 13 de diciembre el primer fallecimiento a causa de la variante Ómicron en Reino Unido, el primer deceso en el mundo a causa de esta cepa, que ya representa ya el 40 % de los casos registrados en Londres.
En declaraciones a los medios durante una visita realizada a un centro de vacunación en el barrio de Paddington, en el oeste de la capital británica, Johnson advirtió de que «tristemente, Ómicron está produciendo hospitalizaciones y al menos un paciente ha fallecido» por ella.
La noticia se produjo después de que el secretario de Salud, Sajid Javid, advirtiera que Ómicron se estaba propagando a un «ritmo fenomenal» en el Reino Unido.
El Gobierno británico adelantó en un mes —hasta finales de año— su objetivo de completar el programa de la tercera dosis de inmunizantes ante la rápida transmisión de la nueva variante.
«Necesitamos apartar la idea de que esta es una versión más moderada del virus y reconocer la absoluta rapidez en la que se acelera entre la población«, añadió el primer ministro.
Un modelo epidemiológico difundido este sábado predice entre 25 000 muertes, en el escenario más optimista, y 75 000, en el más pesimista, por la variante Ómicron en los próximos cinco meses en el Reino Unido si no se adoptan restricciones más duras.