Ya sea con arroz, harina precocida, pastas u otro tipo de artículos de la cesta básica, pagan vecinos a carretilleros para cargar agua en el sector Alberto Ravell. La falta de este importante servicio público que data de hace más de 20 años, lejos de mejorar ha empeorado.
En la parte más alta de esta referida urbanización el agua llega cada ocho días lo que obliga a los habitantes a almacenar en pipotes o tanques. Sin embargo, en ocasiones el recurso hídrico tarda más tiempo de indicado y tienen que salir a llenar botellones al único sitio donde siempre hay, es decir, al lado del preescolar Libertador.
«Este problema tienen más de 20 años, no solo es en Alberto Ravell sino también en Viento Colao donde viene la gente a buscar agua. Hay quienes se ganan la vida cargando agua en sus carretillas y les pagan con comida y así tienen para llevar algo para su casa. Algunos les pagan con dinero, pero se da más que paguen con artículos de la cesta básica», expresó Godofredo Meneses.
Por su parte, Darwin Lara vecino de Viento Colao manifestó que en este sector la situación es muy similar, pero las personas deben caminar más por la lejanía.
«Cada dos días hay que ir a buscar agua para llenar los dos pipotes porque el agua se usa para cocinar, limpiar, lavar el aseo personal. Acá si viene un camión cisterna es porque alguien lo paga, pero de resto no, ojalá que estos nuevos gobernantes se ocupen de este problema y den solución de una vez por todas», dijo Lara.