Llegar a la adultez en Venezuela se ha convertido es una odisea, no sólo es tratar de rendir la pensión, afrontar la migración de familiares, sino sacar fuerzas para hacerle frente a algunos problemas de servicios públicos que condicionan cada vez más la calidad de vida.
El populoso sector de Los Guaritos, en la parroquia Alto de Los Godos, goza de grandes beneficios en cuanto a la explotación comercial y vialidad para un número importante de personas, sin embargo, desde hace 20 años se la ven duro con el tema del agua potable, lo que dificulta el cumplimiento de las medidas sanitarias, por lo menos en el constate lavado de manos.
Por mucho tiempo, claman al cielo que mande agua porque por tuberías es un fenómeno que se repite cada quince días y no llega a todas las casas, que en su mayoría son habitadas por personas con edades comprendidas desde los 45 a más de 75 años, de estos, un 55 por ciento mujeres.
En una encuesta hecha el 2019 por estudiantes de Comunicación Social, el problema del agua ocupaba un segundo lugar con el 38% en cuanto a las incomodidades que presentaba la comunidad para ese entonces, panorama que con el paso de los días desgata a quienes residen en edificios, viviendas y al sector comercial.
Los vecinos de Los Guaritos 3, 4, San Rafael y otros, deben emprender con botellones y envases de refrescos en mano caminatas de hasta seis cuadras para llegar a una pila donde se forman largas colas, es que la necesidad del agua es notoria en ellos. Una de las toma se encuentra en el edificio Junín, en la avenida Universidad Canal 90.
“Generalmente son personas de 60 años en adelante, todos los días pasan con carretillas y carruchas y junto con ellos sus nieticos; estos llevan en sus manos envases pequeños para ayudar”, contó Leida Rodríguez.
La dama lleva más de 30 años residenciada en Canal 90, ella contó para El Periódico de Monagas que hacer los oficios de la casa a veces es un trabajo titánico, puesto que implica hacer hasta 6 y 7 viajes para limpiar la casa, actividad que hace dos veces al mes, todo por ahorra agua.
Rodríguez comenta que el agua que toman de las pilas, son de pozos pequeños profundos y hierven el líquido para consumirlo y cocinar. “Hay casos donde se recicla el agua para luego verterla en el sanitario”.
“Hay personas que se bañan con tobitos dentro de poncheras para luego darle otro uso a esa agua. Es realmente un calvario esa situación, y peor aun cuando es la temporada de calor, evitamos exceso de agua para ahorrarla”.
José Prieto manifestó mientras cargaba agua que “hace 20 años hicieron un pozo en esta comunidad (guaritos 3), pero al no contar con las condiciones dejó de funcionar. Ha pasado el tiempo y los gobernantes no se abocan a esta situación”.
La cifra de familias afectadas superan las mil y de manera eventual Aguas de Monagas manda un cisterna para la distribución gratuita del vital líquido, ellos esperan esa alternativa o ruegan a Dios que mande la lluvia.
Un número significativo de vecinos padecen de diversas patologías, pero esto no ha sido impedimento para ir hasta varios metros de sus casas por un poquito de agua.
Leida agregó que comprar agua se convirtió en un lujo total, el botellón grande en cualquier licorería, abasto o cadena de supermercado remontó altos precios y al día gastaban más de tres millón de bolívares.
Hacen un llamado a las autoridades competentes a tomar en cuenta a esta población vulnerable, y solventar a corto plazo la situación que los aqueja más de dos décadas.