Quienes habitan en la avenida Rojas de Maturín, no soportan el mal olor que generan las aguas negras que recorren de punta a punta la referida arteria vial de la capital monaguense.
Según relataron los vecinos, la problemática es de vieja data, por lo que una vez más hacen el llamado a las autoridades con competencia para habilitar una cuadrilla que permita dar solución definitiva a la situación.
Aunque hasta la fecha, las aguas residuales no han llegado a inundar las unidades habitacionales, los residentes aseguran que sentarse en el porche de las casas es una “aventura extrema” debido a que los olores son nauseabundos.
Asimismo, destacaron que en reiteradas oportunidades los niños han presentado erupciones en la piel, por lo que no descartan que se deba al foco de contaminación con el cual deben convivir diariamente.
La compleja realidad no solo se basa en el desbordamiento de las aguas negras. En el cruce de la Avenida Rojas con Orinoco, la alcantarilla se encuentra tapiada de basura y escombros, y solo posee la mitad de la estructura metálica que sirve como rejilla protectora.
Los choferes que transitan por esta vía deben hacer maromas para evitar caer en el desagüe y proteger la unidad vehicular.