“Siempre tuve interés por los niños con alguna condición”, afirma María Emperatriz Pereza, especialista en educación especial quien, pese a no haber podido concretar su sueño de estudiar medicina, el amor con que se maneja en las aulas demuestra que la suya es una de nuestras historias que inspiran.
En entrevista con Ernestina Herrera, Pereza asegura que, más allá de curiosidad o deseo de dedicarse a la educación especial; todo docente debe tener “vocación y entrega” para darle a estos niños la educación que necesitan. Así mismo, se debe anteponer el bienestar de los alumnos y, en pocas palabras “pensar en los niños primero”; y lo más importe “trabajar en conjunto con los padres” para que ellos completen en casa la educación que los maestros dan en las escuelas.
En cuanto a la educación que reciben estos niños; la educadora dijo que el propósito de la educación especial es “darles las herramientas para que participen activamente en la sociedad”, enseñarles a hablar, sostener unas tijeras o tomar al autobús.