La muerte de un paciente infectado por covid-19 no solo resulta doloroso sino que también cuesta un ojo de la cara por los elevados costos del servicio crematorio y funerario.
Hasta 300 dólares se necesita en Maturín para cumplir con esta fase sanitaria, es decir la incineración del cadáver para evitar la propagación de bacterias y contagios.
La cremación en el Cementerio de Municipal de Maturín tiene un costo de 150 dólares, sin incluir el cofre de madera o de otro material donde reposaran las cenizas. La caja puede costar hasta 50 dólares.
No solo se trata de este acto, sino de la logística para el traslado del cadáver desde la morgue al camposanto. El servicio dependerá de la compañía funeraria y tiene un costo actual de entre 80 y 100 dólares, cuando se trata de cremación.
La sepultura, aunque no es lo más recomendable según la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene un costo de 150 dólares. Se conoció que el monto abarca el traslado al cementerio, urna, trajes de bioseguridad, hipoclorito de calcio para desinfectar la morgue, la carroza fúnebre y el hueco donde será inhumado la persona.
Ante los exorbitantes precios y el bajo poder adquisitivo de las personas, familiares optan por pedir a la Gobernación y alcaldías la donación del ataúd y el traslado lo gestionan con allegados o amigos.
Mientras que el servicio por otras causas de muerte tiene un costo mínimo de 200 dólares americanos, que incluye traslado, preparación y urna.
Una urna de madera, la más simple vale 100 dólares, alcanzado hasta los 250 según el material.