El Día de los Reyes Magos celebra el momento en que los tres magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, adoran al Niño Jesús. De acuerdo al relato bíblico, en los días en que nació Jesús, llegaron a Jerusalén unos magos del Oriente.
Estos reyes preguntaban por el Rey de los Judíos que acababa de nacer, referían que habían sido guiados hasta allí por una estrella. Para entonces, el rey de Judea, donde quedaba Jerusalén, era Herodes. Éste al enterarse de la pregunta de los magos, temeroso de la noticia, preguntó a las autoridades religiosas judías cuál era el lugar de nacimiento del Mesías según la profecía.
Según las Sagradas Escrituras, estos le respondieron que sería en Belén (Miqueas 1, 2). Herodes le dijo esto a los magos y les pidió que le avisaran el lugar exacto cuando encontraran al Niño, para él también venerarlo. Los magos iniciaron el camino y con inmensa alegría fueron guiados por la estrella del Oriente hasta el Niño.
Al verlo se postraron ante él y lo adoraron como su rey. Luego tuvieron un sueño que les advirtió de no regresar a donde Herodes y tomaron otro camino de regreso (Mateo 2, 1-18). El origen de esta festividad se encuentra en la Iglesia oriental. Es una fiesta, en la que, al igual que en la Navidad, se celebra el encuentro con Jesucristo. Se conmemora cada 6 de enero.
En varias regiones del país se hacen representaciones de la adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús en el pesebre. Las familias acompañan la cena con la rosca de Reyes.
Las familias venezolanas, además, mantienen la tradición de dejar un detalle a los niños dentro de un zapato o una media que es dejada por los pequeñas la noche del 5 de enero al frente del pesebre.
En las comunidades de fe católica, generalmente, celebran una Misa y le regalan detalles a los niños y niñas asistentes.
Fuente varias / Fotos cortesía