Para extraerle el feto de ocho semanas a una joven de 24 años, los trabajadores de una clínica clandestina le introdujeron un gancho de ropa.
La intervención irregular le produjo a la muchacha graves heridas en la matriz, causándole complicaciones que terminaron acabando con su existencia.
Por este caso, efectivos del Cicpc detuvieron a Luis Eduardo Herrera de 36, Henglys Ayala de 30 y Mileni Rodríguez de 53 años de edad.
La abominable práctica ocurrió el pasado 31 de enero en la avenida Miranda de Ocumare del Tuy, estado Miranda, según la información suministrada por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
La joven respondía al nombre Fexsibel Bracho, quien luego del aborto, regresó a su vivienda presentando malestar, sangrando posteriormente.
Familiares la llevaron al hospital D. Osío de Cúa, donde falleció como consecuencia de shock hipovolémico por hemorragias internas y externas. Especialistas indicaron que le habían perforado el útero.
En medio de las investigaciones, el Cicpc descubrió que estas personas acostumbraban practicar abortos de forma ilegal y sin las más mínimas condiciones sanitarias, todo a cambio de lograr beneficios económicos.