El crimen ocurrió en la calle principal, frente a la ciudadela Manta Azul, frente al complejo deportivo Tohallí, en Ecuador. La mujer, de tez blanca y cabellera larga, vestía camiseta y una falda gris, con zapatillas negras.
El cadáver de la mujer quedó sobre una acera, junto a varios arbustos. Según vecinos del lugar, ella no era de la zona.
Nadie sabía de ella, su foto tendida en el piso y ensangrentada circuló en los grupos de WhatsApp de los moradores y nadie la reconocía. Luego alguien sacó una sábana y cubrió su cuerpo.
Una moradora indicó que escucharon cuatro tiros, y al cabo de un rato optaron por salir de sus hogares y se encontraron con la escena sangrienta.
Sin embargo, inmediatamente pudieron ver que los policías que estaban cerca, en las afueras del restaurante El Resero, emprendieron una persecución a dos carros que marchaban por la zona.
La tranquilidad del lugar se trastocó, que hasta las prácticas deportivas en el complejo Tohallí fueron suspendidas.
Luego dos agentes de la Policía acordonaron el área, hasta que personal de Dinased arribó a la escena a tomar procedimiento de ley. Allí los peritos hallaron cuatro indicios balísticos.
Al cabo de una hora, llegaron dos personas que se identificaron como familiares de la víctima; ellos confirmaron que se trataba de Nicole Rosalin Yanes, de nacionalidad venezolana.
También dijeron que vivía en el sector Los Gavilanes y que tenía dos hijos menores de edad.
No sabían qué hacía por el lugar al momento en que fue asesinada, pero se limitaron a decir que exigían justicia y que se esclarezca su muerte.