El exprimer ministro británico Boris Johnson —que se vio obligado a dejar el puesto por escándalos de ética hace solo tres meses— competía el viernes para regresar al puesto en sustitución de Liz Truss, cuya rápida caída sumió al país en el desconcierto en un momento de grandes desafíos económicos.
El Partido Conservador ordenó una contienda sumamente veloz en la que se pretende concluir con las nominaciones el lunes e instalar en cuestión de una semana a un nuevo primer ministro, el tercero este año.
Johnson no ha declarado públicamente que desee postularse, pero un aliado político que habló con él le dijo a Sky News que él está “dispuesto”, y los corredores de apuestas lo consideran uno de los favoritos para ganar la contienda.
Si Johnson regresa, representaría una recuperación sorprendente para una figura polarizante que se vio obligada a dejar el puesto por un maremágnum de escándalos de ética. Los opositores dicen que darle otra oportunidad sólo conducirá a más controversias y decepciones.