Para la abogado María Palomo, coordinadora del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) en Monagas, ha habido un recrudecimiento de los delitos sexuales contra los niños, que evidentemente revela que hay un daño antropológico a nivel de la familia, donde numerosos niños en situación de indigencia, los padres ya no quieren hacerse cargo de sus hijos, dejan a sus hijos en manos de un abuelo o abuela que ya no tiene capacidad para afrontar la responsabilidad sobre el niño, de un tío o en el peor de los casos en alguna persona que no tiene nada que ver con los pequeños.
Reveló Palomo que el recrudecimiento de violencia sexual y de todo tipo sobre los niños y niñas se nota en las estadísticas de 16 casos, de 9 niñas y 3 varones, otras cosas que llama la atención es que los casos que antes se registraban eran contra menores de 15 a 17 años, eso ha cambiado notablemente cada vez se observa que son más delicados o vulnerables los pequeños hasta de 4 o 5 años, detalló como ejemplo de esta violencia desacerbada, el asesinato de un menor de 12 años en Alto Paramaconi, un caso de infanticidio, la madre y el padrastro y en la mayoría de los casos siempre hay una figura familiar. Se comentó el caso de una menor de 2 años que fue ingresada a un centro asistencial en estado etílico, había perdido el conocimiento, ingirió un litro de ron, mientras estaba en manos de una tía de 15 años de edad embarazada, reflejo de toda esa atrofia que se está produciendo en la sociedad venezolana.
Muchas son las causas que pueden originar estas situaciones, por una parte el confinamiento sufrido por la familia durante los dos años de la pandemia, situación que aumento considerablemente todo lo que tiene que ver con la violencia familiar que hizo a los niños víctimas de la misma, de allí la violencia escolar o hasta el conocido bulling que no es nuevo pero cuyos casos son más cotidianos.
Otro aspecto tiene que ver con la polarización de carácter político que reproduce la violencia a todos los niveles y eso esta científicamente comprobado y finalmente la situación de deterioro social que condiciona la existencia de grupos vulnerables, la inmigración como consecuencia de grandes problemas sociales, económicos y políticos.
Para la doctora Palomo no se trata de establecer como se ha visto los llamados estados mayores de protección al niño, la verdad es que la problemática ha rebasado al estado venezolano como orientador de la política de protección a los niños y niñas y por otra parte dichos organismos no tienen los mecanismos, ni el personal multidisciplinario para afrontar estos problemas, psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, antropologos, abogados, etc, todo este equipo en primer lugar debe acceder a la familia, en segundo lugar a la escuela, muchos de estos casos tan desmoralizadores que causan un efecto de estupor y de indignación en el colectivo por su crudeza han sido descubiertos por los maestros que observan a los niños y se percatan de que algo esta sucediendo, considera la doctora Palomo que las alarmas están prendidas y es necesario que el estado reaccione y aún cuando la Fiscalía del Ministerio Público ha tomado sus precauciones al respecto esto no es suficiente.