Antes de la flexibilización ampliada en Maturín, la necesidad volcó a las calles del centro a grupos de trabajadoras sexuales. Se les puede ver libremente caminando, con prendas muy cortas de vestir, de una esquina a otra desde las 7:00 pm.
Con la reactivación del comercio y de la vida nocturna en la capital monaguense, las noches en Maturín volvieron a retomar su curso, sin embargo, estas personas, según la denuncia de algunos vecinos de la avenida Bolívar y adyacentes, no dejan descansar a nadie hasta las 5 de la madrugada por el escándalo que forman.
Una de las afectadas, quien prefirió no identificarse por temor alguna represalia, comentó que “para amanecer el domingo fue terrible, están peor que antes, cargan una algarabía que se mete para los apartamentos”.
“Comienzan a gritar improperios, pelear y hasta lanzarse botellas, piedras y demás objetos. Esto nos sobresalta, la mayoría de los que vivimos en el centro, somos de la tercera edad y enfermos”, agregó.
La fuente aseveró que “no estamos en contra del trabajo que cada quien realice para sobrevivir, pero necesitamos descansar porque luego despertamos con la tensión y el azúcar por las nubes por pasar la noche en vela”.
Otro de los denunciantes añadió que “desde el jueves comienzan con el tema, la pelea entre ellas por los clientes o por aquellos que no quieren pagar lo exigido por el servicio”.
Solicitaron a las autoridades tomar las medidas necesarias, a fin de garantizar la tranquilidad de todos.