El tramo vial que da la bienvenida a la ciudad de Maturín, por la zona norte, se encuentra totalmente deteriorado y lleno de cráteres que ponen en peligro a choferes quienes diariamente transitan por la zona.
Se trata de menos de 500 metros situados en la zona llamada Paradero, conocida también como La Encrucijada, en la vía que conduce al poblado de La Toscana.
Según los profesionales del volante, el deterioro de la transitada arteria vial obedece a la cantidad de vehículos de carga pesada a los cuales se les surte combustible en una estación de servicio cercana.
Con las lluvias caídas en las últimas semanas, la realidad se ha agravado debido a que los huecos se transforman en verdaderas lagunas que deben ser esquivadas por los profesionales del volante para no dañar los vehículos.
Quienes de forma diaria deben transitar ese tramo de carretera, solicitan a las autoridades municipales y regionales, activar un plan de emergencia que permita la recuperación integral del pavimento.
En la avenida Cruz Peraza de la capital monaguense ocurre algo similar. A la altura del sector Alto Guri, la carretera se transforma en una laguna artificial debido al estancamiento de agua.
Los choferes se ven obligados a reducir la velocidad en la que se desplazan para evitar ocurra una desgracia o un accidente que lamentar.
Solicitan realizar un dragado y limpiar los canales de desagüe para que el líquido drene y el pavimento sea usado en los dos canales nuevamente.