Como cada año las madres de Venezuela y en especial la del estado Monagas, se preparan para celebrar su día, muchas con sus hijos, otras en el trabajo, mientras que otras madres con sus hijos fuera del país, pero lo que si es cierto que esperar el mayor regalo de ellos, y es pasar el mayor tiempo posible juntos.
Algunas no pidieron nada material, si no alegaron que el amor, el respeto y la comunicación que sus hijos pueden aportar a su vida, es siempre lo más importante. Estas mujeres de temple y corazón manifiestan que cada día se esfuerzan por dar lo mejor a sus hijos.
La célebre escritora estadounidense de poesía inspiradora, Helen Rice, dice en uno de sus escritos que “El amor de una madre es paciente y perdona cuando todos los demás abandonan, no falla o flaquea, incluso cuando el corazón está roto”, y con ello podemos definir a las madres venezolanas, que no flaquean ante la adversidad y siempre cumplen el reto que se propongan.
Anaís Perdomo dice que “el día de las madres es todos los días, solo que esta fecha se aprovecha para agasajar a quienes traemos vida al mundo, criamos con amor y responsabilidad dejando a veces todo a un lado por dar atención a nuestros hijos, pero además debemos tener el respeto, amor y comprensión de los hijos hacia su madre”.
Otra de las madres entrevistadas asegura que tener a mis hijos. Es el regalo más bello que Dios me dio, los disfruto todos los días, con amor, respeto y comunicación, asimismo espero que siempre me regalen amor, ternura, compresión en los momentos difíciles, como yo estaré siempre para ellos”.
Mientras que Melani Medina, “en realidad el mejor regalo es pasarlo junto a mis familiares, mi esposo y mis adorados hijos. Aunque si algo ellos me quieren regalar que sea un día para mí para arreglarme las uñas, el cabello u otro regalo que ellos quieran, pero sobre todo que me den amor y tranquilidad”.
Las madres del estado Monagas, como siempre también merecen más allá de amor y ternura, también quieren un día de spa, una cartera, sacarla a pasear y otro regalo material que necesiten.
Aunque muchas madres optan por que sus hijos y esposos las lleven a comer fuera, para así tomarse un día para disfrutar y olvidarse de los oficios del hogar.