Con la llegada de la temporada de sequía en Venezuela, los médicos monaguenses se mantienen atentos ante los diferentes problemas respiratorios que pueden causar los incendios forestales de la época.
Es común que en este periodo del año el número de infecciones respiratorias se incremente en los centros de salud de la entidad a consecuencia del humo que es expulsado al medio ambiente.
Para la médico general, Rossana Flores, es indispensable que la población tome conciencia con relación al daño tanto ambiental como al organismo, que produce la quema indiscriminada de basura en los hogares o espacios abiertos.
“Es entendible que muchas veces no se cuente con el servicio de aseo urbano, pero es peor la situación cuando llega un paciente a punto del colapso por la cantidad de humo que ha entrado en su cuerpo”.
Asimismo, la profesional de la salud recordó que las personas con más probabilidades de enfermarse si respiran el humo de un incendio forestal son los adultos mayores, las mujeres embarazadas, los niños y las personas con afecciones respiratorias y cardíacas prexistentes.
Respirar el humo puede tener efectos inmediatos en la salud, entre ellos se menciona la tos, dificultad para respirar, ardor en los ojos, irritación en la garganta y los senos paranasales, moqueo, sibilancias y dificultad para respirar, olor de pecho y cabeza, ataques de asma, cansancio y aceleración de los latidos cardiacos.
La profesional de la salud destacó que sus colegas se mantienen alertas en los diferentes centros de salud de Monagas, a fin de brindar toda la atención requerida a los pacientes que ingresen con algún problema a causa de esta situación.
Vale recordar que los últimos días se han registrados dos incendios forestales de proporciones considerables en la ciudad de Maturín, el primero de ellos ocurrió en las áreas verdes del aeropuerto José Tadeo Monagas y el segundo en las inmediaciones del Parque del Este, situado en la comunidad de La Floresta.
Flores, recordó que cuando existe presencia considerable de humo en el ambiente es necesario mantener las puertas y ventanas abiertas a fin que el flujo de aire pueda circular con mayor rapidez permitiendo de esta manera un ambiente libre de olor y partículas, limpiar las áreas donde caigan residuos, usar un pañuelo o mascarilla que permita proteger las fosas nasales.