Ha transcurrido más de un mes de la instalación de 5 unidades de aires acondicionados en la Emergencia del Hospital Manuel Núñez Tovar de Maturín y la sala de Trauma Shock sigue en las mismas condiciones, sin un buen sistema de climatización.
Familiares de pacientes recluidos en la sala de atención crítica comentaron que no solo deben usar cartones para soplarle aire a sus seres queridos, sino que, los que pueden se apoyan ventiladores pequeños para espantar las moscas.
Una señora identificada como Rosa Campos expresó que “el lugar es caluroso, la puerta de la sala está abierta para que entre un poco de aire de las otras áreas y medio mantener fresco el sitio.
“Tengo poco tiempo con una hermana en el lugar y he oído decir que la falta de aires tiene mucho tiempo”, agregó la fuente.
Hace una semana, la mamá de un joven tiroteado durante un robo contó sobre las pésimas condiciones que deben soportar en el sitio. No solo es la falta de aire, sino también las filtraciones y los chorrerones que caen en Trauma cuando llueve.
“No sabemos si es agua de cloacas o aguas del drenaje como tal. Mi hijo esta inmóvil al recibir heridas de bala al resistirse a un robo y cuando comenzó a llover varias personas me ayudar a rodar la cama porque se me estaba mojando el muchacho”, expresó la mujer.
El pasado mes de agosto la entonces gobernadora, Yelitze Santaella, anunció la inversión por parte del Seniat de unos 25 mil dólares para las instalaciones de aires acondicionados de la emergencia del Hospital Central.
En efecto se colocaron 5 unidades de cinco toneladas cada uno para mejor el sistema de climatización en las salas covid-19, emergencia y consultas en la emergencia. Se esperaba que Trauma Shock también fuera dotada de los equipos pero hasta el momento no ha ocurrido.