La petrolera estatal venezolana PDVSA, reactivó el craqueador catalítico de Cardón, su segunda mayor refinería, clave para producir gasolina después de estar fuera de servicio durante cinco semanas debido a un corte y falta de materia prima, dijeron el lunes a Reuters fuentes cercanas a las operaciones.
Las unidades de producción de gasolina de PDVSA han estado trabajando de manera intermitente en los últimos años debido a que el mantenimiento retrasado y la falta de capital para reparaciones causan problemas frecuentes.
Los apagones y la insuficiencia de materias primas también han afectado a las plantas, limitando la producción y provocando largas colas en las gasolineras en algunas regiones del país sudamericano.
Hasta el domingo, el craqueador catalítico fluido (FCC) de la refinería de Cardón procesaba 55 mil barriles por día (bpd), alrededor de 60% de su capacidad, dijo una de las fuentes.
El FCC de Cardón había estado fuera de servicio desde finales de julio debido a un incendio menor y una producción insuficiente de gasóleo al vacío (VGO) para alimentar la unidad. Días después del cierre de Cardón, la falta de VGO también obligó a PDVSA a detener una planta similar en la vecina refinería de Amuay, que sigue fuera de servicio. PDVSA no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Cardón tenía dos unidades de destilación de crudo en servicio el lunes, procesando unos cien mil bpd, en comparación con una capacidad de 310 mil bpd. La refinería de Amuay, la más grande del país, procesaba 135 mil bpd de crudo, frente a una capacidad instalada de 645 mil bpd, agregaron las fuentes.
En la refinería de Puerto la Cruz, el procesamiento de crudo fue de 85 mil bpd esta semana frente a una capacidad de 187 mil bpd, mientras que la refinería más pequeña de Venezuela, El Palito, tenía una unidad de crudo en servicio y su FCC estaba procesando 42 mil bpd, dijeron dos fuentes distintas.
A todo esto, el ministro de Petróleo, Rafael Tellechea ha garantizado suficiente inventario de combustible para abastecer a toda la nación y no se han presentado anomalías más allá de las que suelen ser ‘habituales’ en el despacho de combustible, principalmente en las principales ciudades.