La decisión del gobierno de Joe Biden de otorgarle un estatus especial a los migrantes venezolanos tendrá su mayor impacto en la ciudad de Nueva York, donde miles de personas pronto serán elegibles para comenzar a buscar trabajo de manera legal y eventualmente, podrán mudarse de los refugios financiados por los contribuyentes.
El alcalde Eric Adams y la gobernadora Kathy Hochul, ambos demócratas, calificaron la medida como un alivio necesario y afirmaron el jueves que podría ayudar a algunos de los 60.000 migrantes que están siendo atendidos por los planes de asistencia de la ciudad a mudarse a viviendas independientes con mayor rapidez. La medida también podría garantizar que otros venezolanos nunca necesiten los refugios.
Sin embargo, incluso mientras celebraban el cambio de política después de meses de intenso cabildeo en la Casa Blanca, altos funcionarios de Nueva York, expertos en inmigración y operadores de refugios trabajaban para determinar el impacto práctico y político de una decisión que muchos pensaron que el presidente Biden nunca tomaría.
Vía El Español