Durante el 2023 uno de los sucesos que más tristeza causó en la comunidad del estado Monagas, y más específicamente en la ciudad de Maturín, fue la muerte por arrollamiento de un niño en la comunidad de Parari.
Era imposible no llorar al ver el dolor transformado en humano, mientras cientos, quizás miles de personas caminaba detrás del féretro del pequeño Jorge Febres, siendo escoltado por un carro desde donde se emitía el sonido de la música «yo te extrañaré, tenlo por seguro”; de la agrupación cristiana Tercer Cielo.
El cuerpo inerte de quien era considerado “la promesa del futbol”, fue sepultado en el cementerio de la mencionada comunidad, bajó un sol inclemente que no amilanó a nadie.
Todos los que asistieron al sepelio se quedaron hasta el final acompañando a los deudos que en medio de su dolor clamaban y aún claman justicia.
Niños y adolescentes vestidos con sus uniformes de fútbol también despidieron al pequeño. Jorge no era cualquier deportista, desde muy temprana edad demostró su capacidad para dominar el balón y siempre fue sobresaliente en el engramado del llamado deporte rey.
El pasado 23 de septiembre, el infante viajaba junto a su padrastro por la vía principal de Pararí, tras intentar retornar en una de las esquina fue impactado por un vehículo color plata oscuro.
Debido al fuerte golpe, el pequeño cayó a la carretera, falleciendo de manera instantánea. Testigos aseguran que el vehículo arrastró al infante por aproximadamente cuarenta metros sobre el pavimento.
El chofer del vehículo de dos ruedas quedó gravemente herido y fue enviado hasta el Hospital Universitario Manuel Núñez Tovar. Funcionarios de diferentes cuerpos de seguridad y Tránsito Terrestre se hicieron presentes en el lugar, para determinar las causas del hecho.
Aunque no es nada confirmado, trascendió mediante una solicitud pública realizada por sus familiares al Fiscal General de la República, Tarek William Saab, que el asesino al parecer, se trata de un Fiscal del Ministerio Público en el estado Anzoátegui.
Tras las experticias realizadas por los organismos competentes, en el lugar del accidente se observó la marca de freno de aproximadamente 50 metros, lo que indicaría que el victimario viajaba a una velocidad de 150 kilómetros por horas, representando una velocidad alta para la carretera principal de la comunidad de Pararí.