La presencia de la calima y del polvo del Sahara ha provocado un incremento en las enfermedades respiratorias en los últimos días. Los especialistas del sector salud advierten sobre la importancia de la prevención, recomendando el uso de mascarillas en todo el territorio nacional.
La calima, producida por incendios forestales y otros factores, y el Polvo del Sahara, una calima de menor concentración que llegó a Venezuela desde el pasado 30 de enero, son factores que contribuyen al aumento del riesgo de padecer enfermedades respiratorias. Estos fenómenos se suman al nuevo brote de COVID-19, la influenza y el virus respiratorio sincitial, representando un elemento de cuidado adicional, especialmente en poblaciones de alto riesgo como niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.
El Polvo del Sahara es una masa de aire caliente y seca, cargada de partículas de arena que se forma sobre el desierto debido a los fuertes vientos al norte de África. Este fenómeno puede activar cambios en el clima de las regiones donde se ubica.
Por otro lado, la calima implica la presencia de pequeñas partículas sólidas y secas suspendidas en la atmósfera, que deterioran la calidad del aire y reducen la visibilidad. Existen dos tipos de calima: de tipo «A», que ocurre por efectos del polvo, sales o efectos del ambiente; y de tipo «B», producido por episodios especiales como incendios forestales u otros de carácter contaminante.
Vía 800Noticias