El huracán Iota, un ciclón de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson llegó al norte de Nicaragua con vientos de 260 kilómetros por hora, devolviendo la angustia a un pueblo que dos semanas atrás sufrió los estragos de Eta.
José Medrano Coleman, habitante de la ciudad de Bilwi dijo que “hay bastante temor aquí. El temor es que muchos no terminaron de reparar sus casos y ya viene otro huracán más fuerte…los vientos que estamos sintiendo ahorita son iguales que cuando impactó el Eta, pero este ni siquiera ha llegado”.
Si bien Eta no acabó con ninguna vida, datos de la Región Autónoma Caribe Norte (RACN) reflejan que el mismo arrasó 1.890 viviendas y dañó gravemente 8.030. Se espera que los estragos del huracán Iota sean mucho mayores.
Así mismo, una ciudadana que prefirió mantenerse en el anonimato, indicó que muchos habitantes tuvieron que mudarse a albergues luego que el huracán destruyera sus casas de madera; por lo que “aquí hay un ambiente de mucho miedo, incertidumbre, porque, después de esto, cómo iremos a encontrar nuestras casas. Son preguntas que uno se hace en la familia”.
La mujer recalcó que “somos una comunidad muy resiliente. Creo que hemos soportado bastante, pero muy seguido esto. Entonces la capacidad de soportar se nos está bajando, más que sabemos que es una categoría 5, que es muy fuerte”.