Las quejas de los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), sede Maturín, no paran y denuncian nuevamente lo que se ya convertido en una problemática recurrente y que según ellos, las autoridades de la casa de estudios se hacen de la vista gorda.
Los malos olores que emanan desde las salas sanitarias de lo que en su momento fue la universidad modelo del oriente venezolano, inundan los pasillos a causa que no hay agua en las instalaciones del alma mater, lo que agudiza la realización de la limpieza.
La utilización de unos recipientes colocados a las afuera de los excusados ha sido la solución más factible cuando llega el agua a la UBV; lo que obliga a cargar el recurso hídrico y así utilizar la sala y realizar las necesidades fisiológicas a riesgo de contraer algún tipo de infección.
Según lo narrado por José León, un estudiante del mencionado recinto, «los baños están cercanos a las aulas y causa mucha incomodidad para nosotros sobre todo al momento de recibir las clases, los olores no son nada agradables y llegan hasta las aulas».
Carmen Sifontes, precisó que los baños están en muy malas condiciones, por lo que las pocetas presentan muy mal aspecto.
Vale la pena resaltar que en meses pasado el gobernador del estado, Ernesto Luna, realizó una serie de donativos y aseguró que iniciarían los trabajos de mejoras en la parte de infraestructura de la universidad.