A la redacción de El Periódico de Monagas acudió el ciudadano, Luis Miguel Amundaray para denunciar el fallecimiento de su hijo de 6 años luego de consumir yuca amarga comprada en el mercado municipal de Maturín el pasado sábado 10 de junio.
El afectado narró que ese día su esposa María Elise Meneses, fue a comprar tres kilos de este tubérculo y los adquirió en una venta de un camión, así como unas sardinas para rendir un poco la comida de la bolsa Clap que había llegado en su sector.
Al prepararlas, notó que mientras las cocinaba el agua tomó una forma amarillenta y no ablandaba, no obstante le dijeron que era “yuca mantequilla”.
Amundaray indicó que debido a que el alimento quedó duro, lo frieron, la comieron y minutos después comenzaron a tener síntomas de intoxicación en la piel y el rostro. Se enteró luego que una vecina lo llamara, ya que en ese momento estaba trabajando.
“Así como me ocurrió le puede pasar a otras personas, perdí a mi hijo y mi esposa está hospitalizada en el cuarto piso del Hospital Central de Maturín. Le han hecho lavados estomacales y no cuento con recursos para costear los tratamientos. A mí otra hija de 10 años gracias a Dios no le pasó nada grave, solo unas erupciones en la piel y también le han hecho lavados de estómago”, manifestó el ciudadano.
Agregó que tras lo ocurrido interpuso la denuncia ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y la policía municipal, para que investiguen a las personas que están vendiendo este tipo de alimentos en el que engañan a los compradores y trayendo como consecuencia desenlaces fatales.
“Eso no se hace de verdad que no se hace, aprovecharse de la necesidad para vender yuca amarga que es tóxica y hasta mortal. El gobierno a través de los entes que le competen deben vigilar lo que están vendiendo los comerciantes informales en el mercado”, puntualizó.