Las altas temperaturas que se han registrado en los últimos días en la capital monaguense, sobrepasan los 30 grados y no dan tregua a los maturineses.
Ante el evento climático las personas manifiestan que el calor es insoportable, que se intensifica en horas de la noche donde se registran temperaturas entre 26 y 29°C.
«Con estos calorones, pareciera que estuviéramos viviendo el fin del mundo, jamás había sentido una ola de calor como está», expresó Betania Rodríguez, habitante del sector La Muralla.
Asimismo Carmen Díaz, dijo que espera que baje el sol para salir, “por las noches también se siente el calor, me toca bañarme de madrugada y es que puedo dormir tranquila”.
Igualmente, Sofia Salazar, dijo que se ocupa de que sus hijos se mantengan hidratados durante sus prácticas de fútbol. “De verdad que el calor no es normal. En mi caso me produce dolor de cabeza, entonces trato de salir con gorra o la sombrilla y tomar mucha agua”, agregó.
Las autoridades oficiales han señalado que la sensación térmica en algunas zonas del país, El aumento de la temperatura se debe a la incidencia perpendicular de los rayos solares sobre el territorio venezolano. Además, la actividad humana ha contribuido a este fenómeno, a través de la emisión de gases de efecto invernadero que han calentado los océanos.
Por su parte, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), pronosticó un miércoles con aguaceros en gran parte del país debido al paso de la onda tropical número 27 por el Mar Caribe y su interacción con la Zona de Convergencia Intertropical. Gado a los 43°C, debido a la poca humedad.
Los consejos de hábitos de vida están claros: hay que evitar la exposición al sol y el ejercicio físico durante las horas centrales de día y, en lo posible, reducir la actividad física mientras las temperaturas son elevadas, tomar medidas barrera para protegerse del sol, beber muchos líquidos sin esperar a tener sed, no abusar de las bebidas alcohólicas y evitar las comidas copiosas o muy calientes.
La ropa debe ser ligera, holgada y de colores claros, no hay que abrigar a los niños en exceso, hay que permanecer en espacios ventilados y frescos, bajar las persianas y cerrar las ventanas durante el día y abrirlas por la noche para ventilar, y finalmente, guardar la medicación en un lugar apropiado.