Entre putrefacción y afecciones de salud recibieron el año nuevo, los vecinos del sector Brisas de Morichal, de la parroquia San Simón en Maturín, quienes llevan más de cinco años sin poder utilizar sus propios baños, debido a que la red de cloacas colapsó, convirtiendo el tema de las aguas servidas en un sufrimiento.
Alegan que las viviendas se ven afectadas con el desborde de aguas residuales, que llega desde los patios de sus casas hasta las salas sanitarias, con olores insoportables y propagación de animales.
Los vecinos explicaron que la problemática empezó cuando se llevaron la bomba de la planta de tratamiento, la cual no se encuentra en funcionamiento.
En este sentido, Cristian García, afectado, manifestó que el olor putrefacto se siente a toda hora lo que impide que los niños jueguen en las calles y las personas se puedan sentar en el frente de sus viviendas.
“Cuando llueve las aguas de las cloacas empiezan a salir por los baños de las residencias, al igual que por las alcantarillas que se encuentran en las calles, aquí la situación es grave y ningún ente gubernamental se preocupa por resolver esta situación”, dijo el afectado.
Asimismo Damaris Gimón, señaló que la solución sería colocando la bomba en la planta de tratamiento, para que el agua empiece a drenar.
Las aguas negras contienen virus, bacterias y otros gérmenes que pueden provocar enfermedades y convertir una casa en un lugar no apto para vivi
Al respecto la vecina Gimón, aseguró que duro más de 15 días enferma con vómito y diarrea producto del desagüe que tiene en el poche de su vivienda.
“Esta situación ya nos está produciendo enfermedades que nos pueden provocar hasta la muerte, por el contacto con la materia fecal que tienen esas aguas”, explicó.
Por su parte María Vargas, madre de cuatro niños, quien tiene ocho años vivendo muy cerca de la planta de tratamiento, enfatizó que los pequeños sufren de infecciones pulmonares e intestinales por los virus que provocan las aguas de cloacales.
“No es fácil vivir entre la fetidez pero la necesidad nos obliga a quedarnos aquí por no tener otro lugar donde vivir”, indicó.