Pese a que, durante los primeros días del año se anunció la puesta en marcha de un plan especial de distribución de agua mediante la sectorización de la redes alta y baja de Maturín, en algunas zonas de la ciudad, no se recibe ni una gota del vital líquido mediante la red de tuberías.
Así lo han dejado saber quienes habitan en las calles Azcúe, Chimborazo, Carabobo, 28 y 26 del centro de la ciudad.
Según cuentan los perjudicados, el recurso hídrico desapareció de las tuberías, lo que afecta el rendimiento en las tareas del hogar como lavar, preparar alimentos e incluso el aseo personal.
“Desde hace más de dos meses no tenemos el suministro de agua, el gobernador anunció un plan especial pero nosotros quedaríamos por fuera porque nada de nada, ojalá se apiaden y envíen un camión cisterna para solventar un poco la situación”, pidió Rafael Manaure.
Douglas Millán, quien reside en la calle 28, aseguró que, comprar agua a las nodrizas aparte de ser un calvario es toda una renta y equivale a dejar el mes de trabajo en un tambor con capacidad de 100 litros.
El afectado, hace cuatro días atrás gastó 30 dólares en llenar dos tanques, “lo hago una vez más que otra y cuando lo ahorrado para ello me lo permite, de resto me veo en la obligación de cargar agua en pimpinas desde el parque La Guaricha”.
En el pozo de agua que se encuentra dentro de las instalaciones del parque La Guaricha y que sirve de llenadero a los camiones cisternas de la municipalidad y otros que la comercializan, el líquido se desparrama a millones de litros ante la mirada de muchos.
En reiteradas oportunidades se ha hecho el llamado a las autoridades para que, coloquen una llave de paso que impida la pérdida del agua.