Luis Rubiales anunciará este viernes su dimisión como presidente de la Real Federación Española de Fútbol tras cinco años al frente. El dirigente de 45 años dejará la presidencia por la polémica generada debido a su comportamiento después de la consecución del Mundial femenino en Australia y Nueva Zelanda, informan medios españoles.
El máximo dirigente del fútbol español dio un beso a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas, entre otros varios actos, un gesto que provocó una oleada de críticas desde los sectores del deporte y la política y que mañana le costará el puesto que ocupaba desde el 17 de mayo de 2018.
A este capítulo se debe sumar su comportamiento en el palco y en el césped en la celebración, muy alejado de lo que se espera de la representación de una entidad como la RFEF ante el resto del mundo. Gestos obscenos, besos a las jugadoras y unas imágenes controvertida.
El presidente de la RFEF (ex desde mañana), que en primera instancia no solo no se disculpó en la noche del triunfo, sino que tachó de “tontos” a todos aquellos que fueron críticos con su acción, acabó publicando un video de disculpas durante la escala del vuelo de vuelta en Doha.
Un perdón calificado de “insuficiente” por los altos cargos de la política y del deporte, que exigieron una “mayor contundencia” en sus palabras ante un hecho “inadmisible”.
Además, intentó contar con la participación de Jenni Hermoso e Ivana Andrés, algo que las dos futbolistas rechazaron.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.