En lo que va de año, el sistema sanitario del estado de Mississippi (EEUU) ha perdido al menos 2 mil enfermeros y enfermeras por renuncia, según el Centro de Calidad y Fuerza Laboral de la Asociación de Hospitales, lo que representa una grave preocupación de las autoridades.
La situación ha llegado a niveles tales que, cuando se le preguntó si el sistema sanitario está llegando a un punto de quiebre debido a la pandemia de Covid-19, el gerente de enfermería para cuidados personales del hospital Singing River Ocean Springs, Buddy Grager, dijo: «Creo que ya nos quebramos«.
En tal sentido es muy ilustrativo el testimonio de Nichole Atherton, enfermera de una UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) de ese centro médico, quien renunció, agotada por el estrés, los pacientes jóvenes y las muertes evitables que sobrepasan a los hospitales del estado durante la pandemia.
«Parece heroico, pero no lo es. Es sudoroso y duro y caótico y sangriento. Y es difícil vivir en medio de esto todos los días y luego ir a casa y vivir una vida normal«, dijo a CNN.
La escasez de personal se suma a la creciente presión sobre el sistema hospitalario del estado. Ambos factores suceden, en gran parte, por la pandemia de covid-19.
Paul Byers, epidemiólogo del estado, dijo el martes que Mississippi estableció un nuevo récord de muertes relacionadas con el Covid-19, al tiempo que, de las 875 camas de UCI que cuentan con personal que las atienda en todo el estado, más de 93% están en uso y más de 63% están ocupadas por pacientes con Covid-19, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
El director del sistema hospitalario de Singing River, Lee Bond, llamó al estado a usar parte de sus 1.800 millones de dólares de alivio frente al Covid-19 para brindar bonificaciones de retención con la esperanza de poder mantener a algunos de los enfermeros y enfermeras que están pensando en marcharse.
«¿Creo que se va a solucionar el problema? Muchas enfermeras me han dicho que no se trata de dinero en este momento. Se trata de ‘necesito recargar mi batería’«, dijo Randy Roth, director médico del sistema de salud Singing River.
Melissa Davis ha trabajado como enfermera en la UCI de Singing River durante 17 años, pero le dijo a CNN que nunca había sentido un agotamiento como el provocado por la pandemia.
«Es difícil ver a un hombre de 34 años con una familia que no logra sobrevivir», dijo entre lágrimas. «No se puede describir eso«.
Atherton, entre tanto, explica que menos personal y más pacientes críticos con covid-19 también significan decisiones más difíciles. Refiere, como ejemplo, que ha habido momentos en los que dos pacientes graves están en crisis al mismo tiempo y ella ha tenido que decidir a qué habitación correr primero, porque no hay suficientes enfermeras y terapeutas respiratorios para atender a ambos.
El sistema de salud de Singing River actualmente tiene más de 160 puestos vacantes de enfermería, dijo la directora de relaciones con los medios, Sarah Duffey. Desde el inicio de la pandemia se han ido 289 enfermeras.
Por fortuna, hay algunos refuerzos en camino. La gobernadora de Mississippi, Tate Reeves, dijo el martes que más de mil trabajadores de la salud han llegado para ayudar a hacer frente a la escasez de personal hospitalario en todo el estado.
Reeves dijo que hay 808 enfermeras, tres enfermeras anestesistas registrados, 22 enfermeras practicantes, 193 terapeutas respiratorios y 20 paramédicos entre los funcionarios que se desplegaron la mañana del martes en 50 hospitales.