Dejarles el teléfono celular a los niños desde muy corta edad se ha convertido en una escena muy habitual entre familias de todo el mundo.
El problema, tal y como apuntan muchos pediatras, es que un teléfono no es un juguete.
«Tenemos que enseñarles a manejar su educación con las pantallas», dice María Zabala, periodista española especializada en ciudadanía y educación digital.
Pero más adelante, con la llegada de la edad escolar y la adolescencia, surge la pregunta del millón: ¿debería comprarle a mi hijo un teléfono móvil?
«Buscamos una respuesta rápida que resuelva milagros, pero no la hay», explica Zabala.
Es una pregunta muy frecuente y que viene determinada por la falta de experiencia de los padres. Y la respuesta no tiene números mágicos», afirma la especialista.
Los niños suelen ejercer chantaje para conseguirlo. «Todos mis amigos tienen uno (y yo soy el único que no tiene)» es la frase más habitual.
«Antes de los 12 años, los niños no necesitan por norma general un smartphone porque pueden usar otras herramientas que hay en la casa, como la tableta o la computadora».
«A los 12 o 13 años se añade un elemento de socialización. Entonces podemos plantearnos darles su primer teléfono, aunque siempre dependerá de cómo sea el niño».
El pediatra estadounidense David Hill, de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), lo resume así: «La pregunta no es a qué edad darle un teléfono a nuestro hijo, sino qué tipo de teléfono».
«No tiene por qué ser necesariamente un celular desde el que pueda navegar por internet», le dice a BBC Mundo.
En esa misma línea, Álvarez señala que, más que su edad, hay que evaluar su nivel de madurez.
Pero también es importante analizar las razones que justifican por qué queremos darle un teléfono móvil «y si realmente lo necesita o si estamos cediendo ante una presión social».
Lo más importante, advierte la especialista, es establecer unas reglas.
Por ejemplo, no se debe comer con ningún aparato cerca y, sobre todo, hay que obligarles a apagar el teléfono una hora antes de irse a dormir. Y establecer consecuencias cada vez que no cumplen una regla.
Vía BBC