La bicicleta se ha convertido en el medio de transporte más accesible para los maturineses, esto ante factores como la falta de dinero en efectivo, escasez de combustible, pocas unidades de transporte y la aglomeración de personas en los buses que trabajan, además del cierre de las parroquias durante la semana de cuarentena radical. Muchos las han desempolvado y reparado para ponerla al ruedo.Sin embargo, hoy en día montar bicicleta ya no es un ejercicio que aporte beneficios a la salud, sino que pasó a ser un peligro letal debido a que los delincuentes fijaron su lupa en las personas que se desplazan en este vehículo de dos ruedas para robarlos, incluso causándole graves lesiones con armas de fuego.Las vías más peligrosas para los ciclistas son las ubicadas en la Zona Industrial, avenida Raúl Leoni, Cruz Peraza, Perimetral del Aeropuerto, Rómulo Gallegos, Libertador entre Pinto Salinas y Guarapiche II, principal de El Silencio, Sabana Grande  y José Gregorio Monagas (vía La Pica), por mencionar algunas. En estos sitios, alrededor de dos o tres sujetos salen de la nada abalanzándose sobre sus víctimas llevando en sus armas algún arma para someterlos.Una de las víctimas, quien prefirió no identificarse, explicó que las horas críticas son las de la mañana, a tiro de cinco y cuarenta y seis y media de la mañana,