Para febrero del 2022, la fotografía de la maestra Maryuri Rebeca Martínez Cardoza, de 37 años de edad, empezó a recorrer las calles de El Sisal, en Vigirima, Guacara, estado Carabobo, luego de ser reportada como desaparecida por sus familiares.
Un año después, el celular de la docente habría sido reactivado el 2 de enero, después de estar apagado por meses; esta pista le dio la oportunidad a los funcionarios policiales para dar con él o los posibles responsables de su desaparición.
Al conocerse la noticia, el mismo día efectivos policiales llegaron a la calle La Vecindad en El Sisal donde se encontraba el móvil y el asesino, el exesposo de la mujer, de quien solo se pudo conocer que se llama Jairo, aceptó minutos después que la había enterrado en una casa de la comunidad.
El asesino enterró el cadáver a un metro y medio de profundidad, al pie de un samán.
El homicida se hacía pasar por padre preocupado por sus hijos y angustiado por la desaparición de ex. Se llevó a sus hijos con él y se ocupaba de todas sus actividades. Relata El Carabobeño.
«Ese chamo se crio aquí. Todos lo conocemos. Un chamo sano. Tranquilo. Siempre pasaba por aquí como si nada, para ir a la casa a limpiar el monte. Que nos íbamos a imaginar que había enterrado a una mujer ahí», contó un habitante del sector.
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) concluyó las labores de búsqueda en la madrugada del 2 de enero donde el asesino fue sacado del lugar en una patrulla y escoltado.
Agencias / Foto cortesía