Un hombre de 38 años residente de la Ciudad de México narró su experiencia como fugaz consumidor de este Fentanilo.
Todo comenzó cuando a su mamá le diagnosticaron le diagnosticaron cáncer, por lo que comenzó un tratamiento en el Instituto de Cancerología (Inca).
Cuando el dolor se volvió inaguantable, el personal aceptó, finalmente, incluir el fentanilo en el tratamiento de la mamá de Óscar.
Los especialistas en oncología le recetaron una pastilla efervescente con 400 microgramos (μg) de fentanilo al día. Para ingerirla, era necesario partirla en cuatro y tomar una cuarta parte cada hora. Con esto, era posible disminuir las dolencias. Lamentablemente seis meses después falleció.
Debido a su cercanía con el tratamiento y al conocimiento que adquirió a lo largo de varias semanas, Óscar se animó en julio de 2023 a probar el fentanilo.
Lo que a Óscar le interesaba era comprobar si la fatal narrativa que se ha construido alrededor de este analgésico estaba bien fundamentada.
Para este “experimento”, puso un plazo máximo de una semana. “Empecé el primer día con un cuartito de pastilla y sentí de inmediato el subidón de energía, de dopamina, de felicidad”, contó al rememorar su primera reacción.
Al día siguiente, Óscar repitió el procedimiento, pero su cuerpo ya no respondió igual. Para volver a sentir ese “golpe” de felicidad tuvo que duplicar la cantidad.
Para el tercer día consumió una pastilla completa (400 μg). “Al cuarto día ya estaba con pastilla y media, que son 600 microgramos y la verdad es que ahí ya no sentía nada”. Según las indicaciones de los oncólogos, el límite máximo de consumo de fentanilo son 800 microgramos (μg). Después de dicha dosis, el peligro es inminente.
Sumado a esto, se percató de los notorios cambios que sufrió su respiración. “El sistema nervioso central deja de mandar los impulsos que le dan la orden a tu cuerpo de que necesitas aire. Se te olvida respirar, entras en un estado de inconsciencia”.
Tal consecuencia (la depresión respiratoria) es uno de los más peligrosos resultados del consumo de fentanilo. “Había investigado que no te tienes que dormir, porque si te duermes, entras en la inconsciencia y te puede dar un paro respiratorio”, explicó Óscar.
Óscar narró aquellas jornadas de la siguiente forma: “Me dio una crisis de ansiedad y empecé a sentir una desesperación horrible, como si no pudiera estar en mi cuerpo, como si quisiera salirme de mi cuerpo porque no podía estar en él y ahí es donde dan ganas de que te quieres aventar a algún lado o ya probar otra vez la sustancia para calmarlo”.
“Me sorprendió su poder destructivo”, escribió en una publicación sobre este tema compartida en sus redes sociales.
Vía Infobaes