Villa Hermosa es una de las tantas comunidades populares que hay en Maturín, sin embargo, sus moradores viven en condiciones deplorables, nada aptas para ningún ser humano.
Más de 150 familias habitan el mencionado sector situado en las inmediaciones de la avenida Libertador con Raúl Leoni, detrás de la construcción de un edificio que servirá como centro comercial, para ser más específico.
La única entrada de la localidad se pierde entre el monte y el fango causado por las lluvias caídas en los últimos días sobre la capital del estado Monagas, y que se encuentra empozada debido a que no existe un desagüe que le permita escurrir fácilmente.
Los moradores viven en ranchos construidos con pedazos de laminas y cartón con el que se elaboran las cajas de resguardo de lavadora o aires acondicionado, el cual al caerle un aguacero se debilita fácilmente. La misión Gran Vivienda Venezuela, pareciera no voltear a fijar la mirada en ellos.
El terreno que sirve como cancha no está nivelado, es una ladera que los mismos vecinos limpian con machete para que los más pequeños practiquen el deporte tradicional de estas barriadas: chapita o pelotica de goma. Ejecutar fútbol, béisbol o básquet es imposible debido a que no cuentan con los implementos necesarios. El área donde además está una mata de uva silvestre es el espacio destinado para las reuniones del consejo comunal.
Tener agua por sistema de tubería o red de cloacas, pareciera ser el sueño más recurrente en quienes habitan en Villa Hermosa. En relación al primer problema, los moradores acuden a casa de un vecino quien facilita la manguera donde apenas llega un “chorrito” del recurso hídrico. Mientras que de la red de cloacas solo gozan del privilegio cierta parte, por lo que la mayoría de los hogares posee pozos sépticos.
La iluminación al igual que la red de cloacas está hacia cierta parte de la comunidad, por lo que muchas personas se han visto en la necesidad de improvisar poste y guayas de alta tensión.
Las calles están sin una gota de asfalto, con el polvo o el charco deben lidiar los residentes de la mencionada comunidad, en tiempo de lluvia no hay carro que se atreva a entrar al sector y durante el periodo de sequía la polvareda es insoportable.
Los habitantes de Villa Hermosa claman a las autoridades tomarlos en cuenta a la hora de ejecutar proyectos que conlleven a mejorar la calidad de vida de quienes por años han luchado por lograr la consolidación del sector.