Estar sin el servicio de electricidad por varias horas diariamente, se ha vuelto costumbre para los habitantes de Maturín, quienes dicen «no aguantar más» la situación que le genera pérdida de tiempo, quema de electrodomésticos y ventas bajas para los comerciantes del casco central.
Según Zuleima Leiva, encargada de un local comercial, la luz se va entre dos y tres veces diarias, obligando a bajar la santamaria, porque al no contar con electricidad presenta fallas con los puntos de ventas y biopago, además que la situación se presta para actos de hurtos.
La falla se acentúa un poco más en las comunidades populares, quienes por encontrarse retirados del centro de la ciudad, son atendidos por Coorpoelec «muchas horas después», así lo expresaron vecinos de un gran numero de sectores que quedaron este miércoles 25 de octubre sin luz por más de dos horas.
Los afectados esperan, que se solucione esas fallas que se han convertido en el día a día de los maturineses.