Un incendio en el terreno situado frente al colegio Miguel José Sanz, en la ciudad de Maturín, causó pánico y preocupación tanto en los estudiantes como en el personal docente, administrativo y obrero que labora en la mencionada institución educativa.
Las fuertes llamas que aunado a la cantidad de brisa que se registró a aproximadamente a las once de la mañana, generó gran cantidad de humo que se dirigió a las instalaciones del centro de formación, obligando al personal a salir con tobos de agua a tratar de sofocar el incendio y evitar así una asfixia en la comunidad estudiantil.
Según se pudo conocer por parte de un trabajador que se encontraba minimizando el efecto del incendio, este tipo de eventos no es la primera vez que se genera en el lugar, el cual se encuentra abandonado y que ha servido de guarida a los amigos de lo ajeno que se internan en el monte para evitar a los cuerpos policiales.
“Tenemos muchachos que sufren de asma y es un peligro tenerlos expuesto ante la gran cantidad de humo que se ha generado. Las veces que se genera o provoca un incendio en esta zona debemos salir con los tobos a echar agua para tratar de controlar las llamas y activar los protocolos preventivos”, dijo uno de los obreros del colegio.
Asimismo, dejó en claro que en el liceo más de 1.200 estudiantes reciben clases divididos en dos turnos, en la mañana van los cursantes de primero y segundo año y en la tarde corresponde a tercer, cuarto y quinto del ciclo de bachillerato.