Azotados por el hampa viven vecinos de la urbanización Las Garzas. A cualquier hora del día los delincuentes pueden pegar un “quieto” o incluso perpetrar secuestros dentro de las propias viviendas.
El terror ha sido sembrado en quienes habitan en el referido urbanismo situado en la Zona Industrial de Maturín, vivir con tranquilidad no es posible y menos al caer el sol.
Encomendarse a Dios no fue suficiente para uno de los moradores a quien el día de ayer los amigos de lo ajeno pretendían robar entre la calle 6 y 7.
Según lo relatado por la víctima, de los matorrales salieron 2 hombres armados por lo que al percatarse de la situación corrió hasta su casa donde se resguardó, “un carro estaba esperaba a los sujetos más adelante”.
Cuentan los residentes que la situación no es nada nueva, en reiteradas oportunidades han clamado a las autoridades la presencia de efectivos policiales ya que desde hace mucho tiempo los organismos de seguridad ciudadana no realizan patrullaje en la zona.
Denunciaron que en la zona operan pandillas conformadas por jóvenes que caminan en horas de la madrugada caminan en los techos de las casas para cometer sus fechorías delincuenciales.
Asimismo, resaltaron los vecinos que las seis de la tarde se impone un toque de queda por el hampa que los mantiene azotados.