No hace falta ser acróbata, tener poderes sobrenaturales ni cabalgar sobre las nubes.
Basta con ser un fan de la leyenda china del Rey Mono… y poder digerir los muchos plátanos gratis que te den.
Si esto te parece la descripción de un trabajo ideal, probablemente merezca la pena enviar tu currículum a la Zona Escénica de Wuzhishan, en la provincia de Hebei, en el norte de China.
Este destino turístico quiere contratar a alguien que se disfrace del mítico personaje chino y está dispuesto a pagar al candidato adecuado US$ 842 al mes, según informa la agencia estatal Shangyou News. A cambio, deberá pasar el rato en una cueva al pie de una montaña y ser alimentados por los turistas.
La leyenda china del Rey Mono goza de una popularidad en India que es comparable a la de los cuentos de los hermanos Grimm en Occidente. Ha alimentado la imaginación de innumerables niños y ha inspirado múltiples películas y series de televisión.
La historia sigue a Sun Wukong, un mono nacido de una piedra que adquiere poderes sobrenaturales de un artista marcial taoísta. Lucha como un guerrero, empuña un bastón mágico dorado y viaja por las nubes mientras acompaña al monje sagrado Tang Sanzang en su «Viaje al oeste» para obtener sutras budistas en la India.
El viaje comienza en Wuzhishan, o «montaña de los cinco dedos», donde el Rey Mono ha sido atrapado por unos dioses enfadados por su arrogancia juvenil. Tang lo libera y ambos se embarcan en su aventura.
Sin embargo, el afortunado candidato al puesto de trabajo en el Área Escénica de Wuzhishan tendrá que quedarse quieto.
Según los videos que circulan por las redes sociales, las tareas del puesto consisten en ponerse una máscara y un disfraz de mono y esconderse en una cueva al pie de la montaña.
Una parte fundamental del trabajo consiste en aceptar los tentempiés que ofrecen los niños visitantes: manzanas, fideos e, inevitablemente, montones y montones de plátanos.
«¿Qué clase de trabajo es este? Comida gratis sin fin y un sueldo», bromeaba un usuario en Douyin, la versión china de TikTok.
Vía CNN