Britney Spears ha protagonizado durante los últimos años una cruda batalla mediática y judicial contra su familia. No obstante, la paz, al menos con su madre, podría estar cada vez más cerca. Lynne Spears se desplazó el pasado miércoles hasta Los Ángeles, donde fue inmortalizada por los paparazi. Poco después se supo el motivo de su viaje: visitar a su hija tras años sin verse.
Después de salir del aeropuerto, la escritora estadounidense fue a casa de Cade Hudson, uno de los amigos íntimos de la intérprete de ‘Toxic’. Y un rato después cogió un Uber directo a la mansión de Britney. Según ‘TMZ’ la reunión duró 30 minutos aproximadamente y en ella estuvo presente Sam Asghari, el actual marido de la estrella internacional. Por el momento, se desconoce el contenido de esa conversación que podría haber marcado un antes y un después en su relación.
«Nuestras fuentes dicen que el hielo entre madre e hija se está derritiendo… Recientemente se han estado enviando mensajes de texto y Lynne sabía que el camino estaba lo suficientemente despejado para hacer el viaje de Luisiana a Los Ángeles», explican desde el tabloide estadounidense. La cantante se sintió traicionada por su progenitora cuando llevó el asunto de la tutela de su progenitor a los juzgados. «Esta es una señal bastante clara de que existe una posibilidad de reconciliación», destacan.
Fue en septiembre de 2021 cuando Britney Spears consiguió salir airosa de la contienda legal que emprendió contra James Spears, su padre y tutor legal durante 13 años. La cantante expuso haberse sentido sometida durante todo ese tiempo -que comprende entre 2008 y 2021- a un estricto control paterno. Así mismo, pidió que el poder sobre su economía, entre otros, recayera en otra persona designada por las autoridades. Aunque esto no trago el sosiego a su vida ya que ha seguido su encrucijada vía redes sociales. Ahora, parece que la reconciliación total es casi un hecho.
Con información de ABC