Es otro Messi. Pero principalmente es otro mundo el que lo recibió. La llegada de Leo a Fort Lauderdale para jugar en el Inter Miami, estos siete días de amor y locura en la ciudad del sol, no tienen nada que ver con lo que pasó hace dos años, cuando dejó el Barcelona entre lágrimas y arribó a París para ponerse la camiseta del PSG. Se trata, nada menos, que del preludio al inicio de la tercera etapa de Leo a nivel clubes, más que posiblemente la última de su carrera.
A diferencia de lo que pasó en la capital francesa, cuando eligió encerrarse en un hotel de lujo mientras junto a su familia afrontaba una mudanza a las apuradas, que incluyó un impensado cambio de colegio para sus hijos, y de idioma, acá la cosa fluye mejor. Con sus vaivenes, claro. Pero con la sensación de que los Messi están donde querían estar.
En su primera semana como hombre del Inter Miami, Leo se integró rápidamente a una comunidad que lo adoptó con un orgullo que realmente llama la atención. Aquí lo adoran por cómo juega a la pelota pero especialmente por lo que representa «como persona, como esposo, como padre de familia». Lo dicen aquí todos, ellos, desde el dueño del club, el multimillonario Jorge Mas, hasta el último de los hinchas que se acercó a ver su presentación. Lo mismo repite David Beckham. Este Messi llegó a la Florida en busca de su propio «american dream», su nuevo lugar en el mundo.
«Nos están haciendo todo muy fácil, la estamos pasando espectacular desde que llegamos», dijo Leo (siempre en castellano) la noche en que les habló por primera vez a los hinchas del club de los flamengos. Se lo nota muy cómodo, y esa sensación la dejó en evidencia su activa rutina una vez que junto a Antonela Roccuzzo, Thiago, Mateo y Ciro pusieron sus pies sobre esta tierra.
La primera salida se la dedicó a un clásico de cada visita en esta ciudad, pero ahora lo hizo ya como residente: el restaurante Prima Pasta, del argentino Gerry Cea, un amigo de años. El lugar, ubicado en North Beach, luce su fachada con un rojo característico que se corta en lo alto por una foto de Leo con la camiseta de la Selección y la Copa del Mundo. En 2021, la presencia de Messi en este lugar tras dar la vuelta en el Maracaná, desató un furor inolvidable a la salida.