El venezolano y nuevo jugador de los Padres apenas había desempacado su equipaje en el Chase Field después de llegar desde el aeropuerto aproximadamente una hora antes de batear de primero contra los D-backs la noche del sábado. Para cuando los Padres completaron una victoria por 13-1, Arraez tenía cuatro hits, dos carreras anotadas, un doble y una carrera impulsada.
“Cuando conecté mi primer hit, mi doble, dije, ‘Aquí vamos. Esto es increíble. Esto es increíble’. Ese era uno de mis sueños”, dijo Arráez. “Estoy viviendo mi sueño en este momento”.
Arráez terminó la jornada de con seis hits en cuatro turnos, convirtiéndose en el primer jugador en debutar con los Padres con un encuentro de cuatro imparables. La victoria, que contó con jonrones de Jurickson Profar y Ha-Seong Kim, fue la cuarta seguida para San Diego.
“No podría haberlo planeado mejor”, comentó el manager Mike Shildt. “Él recibe la (camista) Nro. 4, y sale y da cuatro hits. Lo he visto en la liga antes, obviamente, pero es bastante especial verlo de cerca. Es genial tenerlo de nuestro lado”.
Cuando se supo que Arráez iba rumbo a los Padres en un cambio con los Marlins, se creó un revuelo en el clubhouse de San Diego la noche del viernes.
“Probablemente, este tipo es lo más cercano a Tony Gwynn que hay en este momento”, aseguró Fernando Tatis Jr.
“No me ataquen”, agregó Tatis con una sonrisa. “Dije ‘más cercano’”.
Eso es un gran elogio en esta organización. Gwynn, Mr. Padre, ganó ocho títulos de bateo en San Diego, pero la comparación de Tatis muestra el nivel de emoción en el clubhouse al ver que una alineación con tantas estrellas se estaba volviendo aún mejor.
“Es difícil encontrar una comparación con Tony Gwynn”, siguió Shildt, “pero si hay una en nuestro juego moderno, ahora la tenemos en nuestro equipo, y eso simplemente se siente bien”.
La emoción creada por la llegada de Arráez fue palpable en el estadio durante todo el juego, ys sus cuatro hits seguidos levantaron a sus nuevos compañeros en el dugout.
Como demostró en su debut con los Padres, Arráez aporta una capacidad élite para embasarse. El del sábado fue su duodécimo juego con cuatro o más hits desde el 2022, la mayor cantidad en las Grandes Ligas en ese período.
“Sé que Manny, Tatis y Bogaerts, esos muchachos tienen mucha energía”, dijo Arráez. “Así que solo quería estar aquí y traer también mi energía. Qué juego. Qué día para mí también”.
“Actúa como una bujía. Es realmente difícil de hacer out y encuentra la forma de embasarse. Así que será realmente divertido tenerlo en base con el poder que tenemos detrás de él”, acotó el derecho Michael King, quien lanzó seis innings en blanco con tres ponches y sin bases por bolas.
“Un bateador zurdo era algo que priorizamos”, explicó el gerente general A.J. Preller, “y creo que, en última instancia, discutimos si esperar [hasta la fecha límite de cambios] o salir y tratar de conseguir uno de los mejores que probablemente estaría disponible y hacerlo de una vez. Esto nos dará a Luis Arráez por 140 juegos en lugar de ir y conseguir a alguien más para 60”.