Durante semanas, científicos han estado observando cómo una serie de descendientes de la variante ómicron se disputaban el dominio de la transmisión del covid-19 en Estados Unidos. Las BQ -BQ.1 y BQ.1.1 parecían imponerse a todas las demás para reclamar una ligera ventaja.El resultado ha sido un aumento gradual de casos y hospitalizaciones que nunca pareció alcanzar los puntos álgidos de la oleada BA.5 de este verano y que, desde luego, no se pareció en nada al tsunami de enfermedad provocado por la ómicron original hace un año.Pero el viernes, el panel de variantes de covid-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. reveló un nuevo jugador que pronto podría arrasar: XBB.1.5.Los CDC estiman que la variante XBB.1.5 ha duplicado con creces su participación en la distribución del covid-19 cada semana durante las últimas cuatro, pasando del 4% al 41% de las nuevas infecciones durante diciembre. En el noreste, los CDC estiman que XBB.1.5 está causando el 75% de los nuevos casos.«Desde hace unos meses, no habíamos visto una variante que despegara a esa velocidad», afirmó Pavitra Roychoudhury, directora de secuenciación de covid-19 en el laboratorio de Virología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.Virólogos y epidemiólogos afirman que esta subvariante de ómicron tiene características que le confieren el potencial