Keliannys Barrios lo único que hizo fue llorar y pedir clemencia, pero nadie se atrevió ayudarla, situación que hizo más dramática su muerte.La adolescente sabía que de esta no se salvaría y los goajiros que por 14 años la criaron se hallaron entre el dilema de ¿o es ella o somos nosotros?, una decisión fugaz. Uno de ellos habría dicho, «Si ella es el problema, llévensela y que se acabe el rollo de una vez».Según testigos, eran aproximadamente las 11:00 de la mañana del sábado 10 de diciembre cuando la adolescente, se marchó para siempre de Las Malvinas, un sector pobre adyacente a la estación de servicio Paraguaná, en Sanare Bajo, carretera nacional Morón -Coro.Detrás de la joven, dicen que iban dos hombres, uno de ellos recién salido de la cárcel por el delito de homicidio.Testigos aseguran haber escuchado a uno de los sujetos alardear que le darían muerte a la muchacha.Nadie en Las Malvinas hizo algo por la adolescente, ni siquiera los padres adoptivos que tampoco buscaron informar a los funcionarios policiales de la alcabala de Sanare.Tal indiferencia, pareciera confirmar que realmente sean goajiros los padres adoptivos, una etnia de la cual es sabido se rigen en parte del derecho consuetudinario o costumbre jurídica, normas sin escrituras ni códigos, de tipo tradicional con valor cultural compartidas de manera oral