Más de 12 años lleva la comunidad de San Luis, de la parroquia Boquerón, viviendo entre charcos y troneras, ante la falta de asfaltado y de servicios básicos.Los pobladores aseguran que los entes gubernamentales se hacen la vista gorda, antes los problemas que aquejan a este sector.Los vecinos informaron que a pesar de contar con las diferentes fuerzas vivas dentro del sector, las políticas del gobierno estadal han desaparecido.Además informaron, que la falta de asfaltado en todas las calles de la comunidad es notoria, incluso la vía principal, todas son de tierra y monte, “al llover se hace peor la situación porque las calles se vuelven un fango, nadie nos da respuestas”, dijo Yohangel Jiménez, habitante del sector.También manifestó, que presentan fallas con el alumbrado, porque no todos los postes cuentan con bombillos, por tanto, las calles parecen una “boca de lobo” y lo poco que están alumbradas es gracias a los bombillos que tienen los frentes de las viviendas.Asimismo, el vecino aprovechó para hacer un llamado a los organismos de seguridad, prestarle el apoyo con recorridos policiales durante las horas nocturnas, porque antisociales se dirigen a cometer robos en las casas y a personas, bastante casos se han denunciado ante los puestos policiales, destacó.Otras de las fallas en cuanto a servicios se refiere, es la ausencia del aseo urbano,

Quizás Ramón Chaurán pecó por ser tan incauto y bondadoso. El hombre de 72 años recibía desde hace un tiempo la visita de una menor de 15 años, quien le solicitaba ayuda por estar, supuestamente, atravesando dificultades económicas.El septuagenario, movido por la necesidad de la adolescente, quien tramaba un perverso crimen, la ayudaba con comida sin esperar nada a cambio.Resulta que este sería el plan perfecto para persuadir a su víctima y robarle. Chaurán vivía en San Luis, parroquia Boquerón, y sus hijos se encuentran en el exterior.De acuerdo a las declaraciones ofrecidas por el director nacional del Cicpc, comisario Douglas Rico, un vecino de Chaurán,  Wilfredo Lara (55), tendría participación directa en el caso y habría dado el dato sobre un dinero que Ramón recibió del exterior.Tanto la menor, como el vecino y dos sujetos más planificaron todo para acabar con la vida del adulto mayor.Al imaginarse una jugosa cantidad de dinero ordenaron a la quinceañera actuar como señuelo para poner en marcha el plan. Esta lo sedujo y lo llevó hasta una de las habitaciones, ganado tiempo que Luis Moreno (novio de la menor) y Luis Denis ingresaran a la casa.Tras someter a Ramón lo torturaron para que les dijera dónde estaba el dinero. Posteriormente tomaron las sábanas de la cama y lo asfixiaron, dejándole un lazo  en