El caju, la fruta brasileña de la que se extrae el anacardo, abrió este lunes el segundo día de desfiles en el sambódromo de Río de Janeiro con un derroche de baile y una canción pegadiza que puso a bailar a los miles de asistentes.La escuela de samba Mocidade quiso homenajear a este fruto rojo cuya pulpa es rica en vitamina C y que es un símbolo de la tropicalidad brasileña, optando por un tema ligero y apartándose de la corriente más política que ha marcado los carnavales de los últimos años.“Yo quiero un puñado, sabroso y carnoso, de esos que tienen contenido, el pecado es devorar…”, decía la canción que acompañaba al desfile y que se ha vuelto viral desde que se anunció.Los asistentes la cantaban de memoria y a pleno pulmón, mientras saltaban sobre las gradas con las banderas de la escuela de samba en alto para animar a los cientos de bailarines emplumados que desfilaban ante ellos entre carrozas doradas.El desfile dio un repaso histórico al caju, empezando por sus orígenes como fuente de vino para las tribus indígenas, que luego tuvieron que defender su territorio y sus anacardos frente a la invasión de los colonos portugueses que luego exportarían el fruto a Asia.También recordó leyendas sobre el mayor árbol de caju del mundo, que un pescador