Abel Saraiba, coordinador adjunto de Cecodap, organización venezolana para la promoción y defensa de derechos de la niñez y adolescencia, dijo que se debe evitar a toda costa el uso de niños como parte de la propaganda política.Durante las celebraciones por los carnavales, autoridades del régimen chavista divulgaron fotos en las que aparecen niños disfrazados de Súper Bigote, un personaje animado creado en un intento de mejorar la imagen de Nicolás Maduro.“Súper Bigote se convirtió en el disfraz preferido de los chamos en este carnaval. La picardía, la alegría y la rebeldía de este pueblo”, aseguró en días pasados Freddy Ñáñez, ministro de Comunicación e Información, en su cuenta de Twitter.“El uso de los niños como parte de la propaganda política es algo que debe ser evitado a toda costa. ¿Realmente estos niños eligieron, por parte de su propia voluntad y sus intereses, un disfraz con un contenido político tan marcado?”, dijo Saraiba a la Voz de América.El psicólogo y defensor de los derechos humanos cuestionó cómo los niños obtuvieron el disfraz de Super Bigote. Recordó que no es la primera vez que el Estado venezolano usa niños y adolescente para la propaganda.“Ya han sido disfrazados como integrantes del FAES, como el propio Hugo Chávez en su momento y, en todo caso, lo que vemos y nos preocupa es un