Es una historia con todos los elementos necesarios para una buena teoría de la conspiración. Dos superpotencias enfrentadas; Estados Unidos versus China. Un misterioso coronavirus, el SARS-CoV-2, que siembra de caos y muerte el mundo entero. Un laboratorio de alta seguridad especializado en virus mortales en Wuhan, la zona cero de la pandemia. Y fuentes anónimas que avalan la narrativa de que el patógeno se escapó y las autoridades chinas trataron de encubrirlo.La historia no es nueva –ya se comenzó a especular con ella al inicio de la aparición del brote vírico– pero está ganando recorrido en los últimos días, espoleada por las informaciones de medios como Fox News o The Washington Post. Aunque no presentan pruebas ni evidencias tangibles que sostengan sus acusaciones, figuras como el presidente Donald Trump o su secretario de Estado, Mike Pompeo, ya han recogido el guante. “Están sucediendo muchas cosas extrañas pero hay mucha investigación en curso. Y vamos a averiguarlo”, dijo el exmandatario en una ocasión. MIRA TAMBIÉN Vacunarán al personal de salud menor a 60 años en Falcón MIRA TAMBIÉN Vacunarán al personal de salud menor a 60 años en Falcón El portavoz chino de Exteriores rechazó las acusaciones, pero en su día culpó a EE.UU. de traer el virus a China¿Probable fuente?En el meollo de la polémica se sitúa el Instituto