Gladys Rivas se siente orgullosa de ser una fiel representante de la etnia warao, su pueblo San José de Buja donde vive toda su familia, sus padres, sus abuelos, es un oasis donde en lo que tiene la oportunidad se traslada para allá para llenarse de paz y seguir trabajando, a fin de ser una fiel representante de unos orígenes que lleva orgullosamente y que quiere llevar hasta el Miss Venezuela, que es su máxima aspiración y a donde quiere llegar en estos momentos.En el primer casting que se hizo para la selección de la joven que se colocaría la banda del Miss Monagas, Gladys representando a los pueblos indígenas, logró situarse positivamente en la competencia como Miss Pueblos Indígenas, luego en ocasión de celebrarse el reinado del Carnaval ganó la corona y en estos momentos como Miss Cacao y en representación de la Fundación Nuestra Tierra que la ha llevado a ganar competencias internacionales, se situó en el Miss Universal Grand en República Dominicana, y en estos momentos prepara viaje para ir a Puerto Rico.Vestida de un rosa viejo, utilizando poco maquillaje, bastante alta y delgada es una fiel representante de la belleza de su etnia, dice que comenzó sus estudios de Administración en la Universidad Simón Rodríguez y como la planificación forma parte de lo que toda reina

Tras su llegada al estado Monagas, la primera Miss Universal Grand, Gladys Rivas, destacó que la humildad y la perseverancia son la clave para conquistar las metas propuestas.En un encuentro con los medios de comunicación, la también Reina del Carnaval de Maturín 2023, manifestó que ahora le toca viajar a Puerto Rico, República Dominicana y Nueva York, como parte de los compromisos adquiridos al conquistar la diadema.Asimismo, Rivas fue enfática al expresar que mantiene sus aspiraciones de participar en principal certamen de belleza del país, como lo es el Miss Venezuela, y para el cual se encuentra en preparación.La reina de belleza, también aseguró que durante el concurso efectuado en la tierra del merengue se mantuvo optimista y segura de sí misma, «cada una de las chicas brillaba con luz propia y tenía un ángel, mi competencia era conmigo misma, en ser siempre yo», destacó.La oriunda de la comunidad indígena de San José de Buja, se encuentra visitando su tierra, en la cual compartirá con su familia y habitantes de la zona, «estoy muy feliz de verlos nuevamente, siempre los tengo presentes y estaré orgullosa de mis raíces».Texto y fotos: Tomás Leonett