Son tantos los problemas que aquejan a los habitantes del sector Tipuro II, de la parroquia Boquerón, en cuanto a servicios básicos que no tienen calidad de vida. MIRA TAMBIÉN Medicamentos gratuitos y atención en salud recibió comunidad indígena MIRA TAMBIÉN Medicamentos gratuitos y atención en salud recibió comunidad indígena Con solo entrar a la comunidad se puede notar que las carencias están a la orden del día.Destacan que uno de los problemas más graves es la vialidad, obligándolos a caminar kilómetros porque no cuentan con transporte público, por el grave deterioro de sus calles.Pero eso no es todo, cuando entran las lluvias, las calles se convierten en un río de fango que se complica aún más el hecho de salir hasta la vía principal.Ante el tema Henry Ruíz, manifiesta que en el lugar abundan las necesidades que provienen de la poca disponibilidad de recursos de sus pobladores.«Hace un año tuvieron que cerrar el dispensario médico y los amigos de lo ajeno aprovecharon para desmantelar las instalaciones», dijo el vecino.Asimismo, señaló que durante ese tiempo los médicos que acudían no duraban mucho por la  falta de insumos y condiciones laborales.Los vecinos señalan que en la zona existen trabajos agrícolas y por la falta de transporte no pueden vender sus cosechas.A todo esto se le suma que no hay aceras por

Inmersos en un mar de carencias y necesidades viven los habitantes del sector El Soberano de la parroquia Alto de los Godos del municipio Maturín.Las familias aseguran que viven entre una nube de polvo, ante la falta de asfalto y en temporada de lluvia todo se vuelve un fango.Dentro de las suplicas está el desmalezamiento en las áreas verdes, y la instalación del sistema de drenaje, ya que cuando llueve el agua se mete para las viviendas.En este sentido, Carlos Rivas, vecino del sector, manifestó que tienen un pliego lleno de necesidades, entre ellas, el mal estado de las calles y las condiciones del Centro Educativo Alí Primera, el cual recibió una visita hace varias semanas por parte del Centro de Desarrollo para la Calidad Educativa, mejor conocida como la Zona Educativa, quienes prometieron  regresar y no lo hicieron.“No tenemos calidad de vida, los años pasan y seguimos hundidos en una desidia, sin asfalto, la maleza cubre todas las calles y la inseguridad a flor de piel a cualquier hora”, expresó el afectado.Otra vecina comentó  que los problemas se hacen sentir y son notables desde que entras al sector, además necesitan un ambulatorio médico, porque existen muchos niños enfermos con gripe y otras patologías, debido al desbordamiento de las cloacas, donde están siendo afectadas más de 100 familias.Por ultimó destacaron

Al menos 250 familias del callejón Santa Fe del sector Brisas de la Floresta, siguen viviendo entre calles de tierra y sin el servicio de agua potable.Los vecinos aseguran que llevan más de 18 años entre la precariedad, ante la falta de servicios básicos.Carlos Martínez, residente del sector, manifestó que otros de los problemas es la quema indiscriminada de basura, ante la falta del servicio de recolección de desechos sólidos.“Aquí hay de todo un problema, cuando llueve el agua inunda las casas y las calles se vuelven puro charco imposible de transitar”, explicó el afectado.Asimismo resaltó que deben caminar hasta la toma de agua que se encuentra en la calle principal, que es donde cargan el vital líquido para abastecerse en sus hogares.También requieren de un plan de vivienda que les permita tener mejor calidad de vida, ya que la zona las casas son construidas con láminas de zinc.Los habitantes hacen un llamado a los entes gubernamentales para que atiendan las problemáticas que afectan al sector.

En extrema pobreza viven los habitantes del sector Villas del Sol de Maturín, quienes carecen de todos los servicios básicos que le permitan tener una mejor calidad de vida.Vecinos manifiestan que la ausencia del suministro de agua, de alumbrado público y asfaltado en las vías de acceso cada vez es notable, lo que los aleja de llevar una vida digna.La vecina del sector, Cristian Cabadia, quien lleva diez años viviendo en esa comunidad señaló que el lugar está conformado por 74 viviendas construidas por láminas de zinc, las cuales están en precarias condiciones y otras no aptas para vivir.Asimismo, resaltó que deben caminar hasta la calle principal donde se encuentra una toma improvisada de agua, para poder abastecerse del vital líquido.“Cuando llueve es casi imposible salir de la comunidad, los pobres ranchitos se llenan de agua y el charco nos llega a los tobillos”, expresó la vecina.La red de aguas servidas, y postes provisionales de madera son otros de los problemas de Villas del SolA pesar que se ha hecho el llamado en reiteradas oportunidades, habitantes siguen sin recibir respuestas que ayuden a mejorar su calidad de vida. Al contrario, las consecuencias de no contar con ningún tipo de apoyo gubernamental se padecen cada día.Cabe resaltar que dentro de zona se encuentra la bese de misiones Villa de la floreta,