No es la primera vez que se denuncia, la problemática tiene meses a la vista de las autoridades y hasta los momentos no ha sido solventada.A pocos metros de la entrada del llamado “pulmón vegetal” de Maturín (avenida Bolívar), específicamente a la altura de la Casa del Historiador, al frente de la escuela Vicente Salías; se encuentra un bote de aguas residuales que afecta a transeúntes, estudiantes, comerciantes e inclusos los mismos árboles que forman el túnel natural.El espacio se encuentra contaminado debido a los olores nauseabundos que emanan de la alcantarilla y cuyas aguas sucias corren libremente hasta la redoma que rinde honor a la heroína monaguense, Juana Ramírez “La Avanzadora”; lo que no permite respirar un aire limpio y puro en esa zona de la transitada avenida y que es un referente turístico dentro de la capital monaguense.Los principales afectados ante esta realidad con los cientos de niños y adolescentes que cursan estudios en el referido plantel educativo, debido a que en el lugar pasan varias horas y estos olores pudieran causar enfermedades de tipo respiratoria y en la piel.Los comerciantes que hacen vida en la zona del mercado viejo, son otros de los que se ven afectados por las aguas servidas que corren hacia los espacios de la calle Monagas, generando un impacto negativo en las ventas.Quienes