Si bien sabemos que cuidar la alimentación y hacer ejercicio es la clave fundamental para adelgazar, hay zonas de nuestro cuerpo en las que se hace muy difícil eliminar la grasa sobrante sin actuar sobre ellas de forma específica.
Esos espacios de nuestro cuerpo son las que se conocen como los puntos de grasa o los fat spots , son esos lugares bien conocidos por todos en los que la grasa tiende acumularse y convertirse en los mal llamados michelines (cauchitos o rueditas), los muslos, la zona de debajo del brazo y allí muy cerca de los senos.
En estas zonas no sólo influye nuestra alimentación y el ejercicio, sino también la acción de las hormonas. Es por esta razón que conociendo los niveles hormonales de una persona, y la forma natural del cuerpo, especialistas se preocupan por trabajar eficazmente en las zonas donde se acumula más grasa.
“A lo largo de los años”, ha explicado Tomlinson al Daily Mail, “he tratado a miles de pacientes basándome en sus niveles hormonales. Mirando su figura y comparándola con sus niveles de hormonas he visto que se repiten los mismos patrones. Por ejemplo, las mujeres con grandes niveles de estrógeno suelen tener más grasa en sus muslos”.
Aunque Tomlinson no es médico, revela su explicación en redes sociales, que las hormonas influyen en la acumulación de grasas. Y no es algo que haya descubierto él. Es bien sabido que, cuando las mujeres sufren la menopausia, cae la producción de estrógenos e incrementa la grasa corporal en determinadas zonas del cuerpo.
Por eso, si sospechas que el perfil descrito anteriormente encaja contigo consulta al médico. Un sencillo análisis de sangre descubrirá si tienes bajos niveles de tiroxina. Puede que tu médico te recete suplementos de la hormona, pero además tendrás que seguir una dieta rica en yodo, que es vital para aumentar los niveles de ésta. Esto supone comer pescado y vegetales verdes de hoja, como la espinaca y la lechuga.
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